
Desgraciadamente conoció a quien después fue su esposo. La convenció de cambiarse de iglesia; esta nueva iglesia tristemente era una secta, lástima que su bondad y amor la hicieron ciega ante la secta donde estaba metida, ya que Jesús dijo: obedecerás y respetarás la autoridad de tu iglesia, y ella obedeció. Quienes se decían cristianos se aprovecharon de todos sus seguidores, lavándoles el cerebro y despojándolos de sus bienes muebles e inmuebles, y también algunas veces de sus vidas.
El pastor trabajaba junto con su esposa y su yerno, el pseudo profeta, y otros de la familia de la pareja de mi hija. El hijo del pastor, siguiendo sus pasos, también puso una iglesia en el extranjero, todos ellos trabajando bajo el mismo esquema: sacar todo el dinero posible a sus fieles, quitarles todos sus bienes, haciéndolos trabajar en sus propias empresas sin sueldo alguno, lavándoles el cerebro para que no tomen medicamentos, que prohíben, ya que los enfermos están poseídos por el demonio y ellos los curarían; el enfermo de cáncer, por ejemplo, lo está porque se alejó de Dios, y es el pago a sus pecados. Sólo el pastor tenía el poder de curar, de sacar el demonio de los poseídos, porque el Señor se lo había dicho al profeta.
En el culto de los domingos el profeta decía a sus fieles que el Señor le había dicho que uno de ellos tenía que darle su camioneta, casa o tal cantidad de dinero, ya que era necesario para su iglesia y se daba el lujo de decir el nombre de la persona escogida. Según sus pecados era el monto de dinero para poderlos perdonar.
Mi hija siempre fue sana hasta que en septiembre del 2004 se enfermó de gravedad y la llevé al hospital, le diagnosticaron crisis convulsiva severa, sin embargo los estudios cerebrales no arrojaron nada anormal, el resultado de esta crisis fue provocado por estrés excesivo, ya que en ese tiempo ella trabajaba para ellos, daba clases en la iglesia y preparaba su boda. La secta le prohibía trabajar en otro lugar que no fuera de ellos, tuvo que aceptar un trabajo con ellos donde le pagaban una miseria.
Le dieron medicamento especial para no convulsionar, el cual no debía dejar ya que era muy peligroso, y así se lo hice saber a su futuro esposo; sin embargo al mismo hospital llegaron los de la secta y su pastor, poniendo la mano en la frente de mi hija, dijo que ella no tenía nada, que el demonio quería apoderarse de ella, que él lo iba a ahuyentar. De septiembre a finales de noviembre estuvo a mi cuidado, tomando los medicamentos, aún en contra de su pareja y la secta.
Se casó con una ceremonia de lo más extraña, el pseudo profeta aseguró que su dios le dijo que ellos iban a tener 5 hijos, y que viajaría a través del mundo profetizando y siendo pastora de su propia iglesia. El pseudo pastor dijo en su boda, dirigiéndose a ella: no escucharás a tus padres y te alejarás de ellos para seguir el camino que el Señor te tiene preparado, pero este camino lo prepararon ellos para seguir explotándola, ya que lo que mi hija hacía, lo hacía excelente, con mayor razón si se trataba del Señor; llamó al frente a todos sus seguidores y enfatizó que sólo ellos llegarían al reino de Dios, asegurando que si alguno de nosotros, los segregados, estaba enfermo era por pecador.
En diciembre del mismo año me dijo que había dejado los medicamentos, que la estaban curando, sin embargo todo el 2005 siguió teniendo convulsiones, primero espaciadas y luego con más frecuencia; yo me daba cuenta en algunas de las conversaciones que teníamos que nunca le permitieron seguir con sus medicamentos. A finales del 2005 se había separado mucho de nosotros, dejó todas sus amistades y sólo convivía con ellos.
Me decía que cada vez se sentía mejor, sin embargo todos veíamos como se iba deteriorando, sus hermanos y yo le rogábamos que tomara sus medicamentos, que fuera al médico, que nosotros la llevábamos, pero ella ya no nos escuchaba, decía que ya faltaba poco, que ya era lo último que le quedaba.
A finales de febrero del 2006 no se sentía muy bien, no volvimos a tener comunicación con ella, no contestaba el teléfono ni el celular, su esposo tampoco. En varias ocasiones hablamos preguntando por ella, ellos decían siempre que estaba muy bien y que le darían el recado, pero nunca llamó.
Un viernes llamamos nuevamente por la noche, dijeron que le pasarían el recado y que ella estaba muy bien, pero mi hija ya estaba muerta, murió a las 6 de la tarde. Murió en casa del pastor, el que la iba a curar; murió después de tenerla secuestrada durante 7 días. Alguien dijo que la llevaran al hospital, pues todavía tenía vida, pero como era cosa del demonio se pusieron a orar por 4 horas. Al darse cuenta que estaba muerta, hicieron un certificado de defunción falso, diciendo que había muerto del corazón. Su esposo avisó a mi familia a las 12 de la noche. Mi familia se enteró que estaba en casa del pastor y llegaron justo a tiempo para ver cómo la carroza la trasladaría con la orden de cremarla, todo esto autorizado por su esposo, para cubrir todas las atrocidades que habían hecho.
Mi hermano identificó el cadáver de mi hija y pidió se le practicara la autopsia, ya que ella presentaba hematomas en rostro, brazos y piernas y se levantó el acta ante las autoridades pertinentes. La autopsia reveló que falleció asfixiada con sus propios fluidos derivados de una convulsión. Su esposo fue detenido, pero sólo por una hora, ya que su secta se movió rápido ante los funcionarios.
Ni su esposo ni su secta se presentaron en el velorio, ni en el entierro.
Casualmente un matrimonio de los dirigentes tiene una hija que padece epilepsia, pero ella SI toma medicamentos.
Si ella estuviera aquí, querría que esto no volviera a pasar, querría enterar a todo el mundo de la infamia que se comete en todas las sectas. Hasta el día de hoy no ha habido justicia alguna para mi hija.
El relato de esta extrema experiencia de dependencia e impunidad, no me permite analizar observaciones, sí anexar reflexiones:
- ¿Ella tuvo la libertad de decidir?
- ¿Solicitó no ser trasladada a un centro de salud en caso de emergencia?
- ¿Las Instituciones se adaptan a las sectas?
- ¿Inimputabilidad para los grupos seudo religiosos o sectas?
- ¿Justicia injusta?
- ¿Quien puede apropiarse del Derecho a la vida y decidir un abandono que llevará a la muerte?
- ¿Dependencia extrema individual o permisividad absolutista y omisiones convenientes?
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