Cada uno de nosotros, miembros de la sociedad, somos comunicadores, tenemos en nuestras manos la posibilidad de “hacer reflexionar”. Plantear problemas, que pueden sugerirse o surgir espontáneamente, es abrir la reflexión, accionar como agente de prevención. Transmitir información e intercambiar y compartir experiencias es “masificar la prevención”, porque ésta no se rige por prescripciones cerradas sino por un debate vinculante entre los campos del quehacer humano, para que el malestar no quede en el silencio.Reflexión y debate proponen un cambio interdisciplinario para implementarla, de la forma más eficaz, en espacios que estimulen la elaboración colectiva, una red de interrelaciones mancomunadas para convivir en intercambio preventivo.
No se trata de impartir ideas sino de ofrecerlas para innovar a partir de otras creatividades, las de la comunidad incluida, porque los modelos preventivos no se exportan ni se importan, son para cada contexto, para su particular estilo de pensar y sentir; no podríamos de otro modo abordar las situaciones sociales que las dependencias desencadenan.
Si se diseña en intercambio se permitirá el interjuego “ser y estar” de y entre las subjetividades, un repensar la expresión de nuestros ámbitos.
Participar es incluirse, es defender las identidades amenazadas, las aspiraciones perdidas, la culpabilización de la víctima; es tener derecho a disentir (típicamente humano, que siempre conduce al cambio). Si individualmente no puede lograrse, una reunión de subjetividades generará una cadena preventiva que participará de la construcción (o reconstrucción) de la estrategia.
Aunque el sistema no acompañe, la aplicación de sub-programas de prevención ya opera como agente facilitador y genera operadores de prevención. El impacto será mediato (como propuesta de solución) y éste abrirá la senda a largo plazo (con el objetivo de aplicar los programas más allá de los actores iniciales).
Para algunos la prevención puede lograr escasos resultados; para otros, es similar a la utopía porque es un trabajo nunca acabado; en todos los casos la prevención comunitaria siempre es intervención, apertura de solución, inclusión, recuperación y por qué no, capacitación de recursos humanos que potenciarán a la comunidad. En cada espacio se decide si se persiste o se desiste, porque nada impide accionar. Si bien sabemos que hay conflictos que no se pueden prevenir, sí podemos anticiparnos al sufrimiento que éstos podrían provocar.
Si transmitimos segregación, nuestro futuro continuará segregándose y el mundo que no queremos nos invadirá. Si no se pueden abordar las causas, anticipemos los efectos.
“La prevención es como el horizonte que se aleja a medida que vamos hacia ella ¿Para qué sirve? Para eso, para caminar” – Galiano Eduardo
Mara Martinoli
Ver: Participación comunitaria y prevención





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